Fuimos dueños de las alturas, de las estrellas y de la oscuridad. Fuimos parte del frío, de las nubes, de nuestras manos agarradas. Fuimos testigos de la inmensidad.
Somos un solo aliento, una sola sonrisa, una caricia. Somos una melodía con vino frente al mar. Somos una caminata sin rumbo.