Tan corto es el tiempo que nos ha juntado,
pero tan vivo;
que verte sonreír ha sido mi único motivo.
Hoy que te tengo a mi lado en las noches,
ya no veo todo gris,
te convertiste en el refugio de mis lágrimas,
la cura de mis reproches.
Mi tranquilidad es que seas feliz,
por eso, no dejaré de darte:
un abrazo necesitado,
un beso apasionado;
e intentaré no más fallarte.