Estoy caminando y sintiendo la brisa en esta soledad perenne que disfruto tristemente.
Una playa lejana es el sonido de tu voz y, en silencio, aún puedo recordar tu mirada cuidando mis sueños mientras duermo.
Ahora, sentado en la cima de un acantilado, admiro esta madrugada mágica.
No pretendo ser alguien en tu vida, sólo quiero que sepas que...
La noche es un paraíso incompleto si no estás.