No sé si de las cenizas resurgen estas palabras.
Lo único que sé, es que ahora son más conscientes.
Ya no me importa escribir para que las lean.
Me importa leerlas; que estén aquí.
Quizás sean las mismas de siempre;
Quizás no sean tan interesantes;
¿Quién ha dicho que lo iban a ser?
Es un desahogo.
Es un rincón en sombras, a donde vengo a llorar y a dejar mis vivencias al rojo vivo.
Gracias a ti, estoy aquí de nuevo.
Gracias a mi, claro.