martes, junio 28, 2016

Sin exagerar

Como jamás lo hubiese imaginado, el día se transformó en noche en tu dulce compañía.
Ojalá hubiese tenido el poder de partir el tiempo en dos y dejarnos en una de las partes, para que este se detenga a placer y yo pueda mirarte y escucharte siempre.

No exagero. Tu nombre me lleva a escribir estas palabras que solo escribo desde que te escribo, que solo aparecían en la sola y oscura madrugada.
Que solo aparecen cuando pienso en ti.

Aunque poco, tuve en mis manos las tuyas y tus ojos me miraron.
Hiciste corto el camino más largo y pude por fin verte sonreír.