Estoy en una búsqueda constante de lo que soy;
de quién quiero ser o dónde quiero estar.
Intento convencerme que estoy en el sitio y momento correcto.
Intento no sentirme culpable, sentirme satisfecho.
Respiro profundo y mi mirada se pierde.
Una lágrima es acompañante fiel de mis palabras.
Me quedo vacío, sin ellas;
y el silencio vuelve a aparecer.
Me repito una y otra vez: ¿por qué no hacerlo?
Nada ni nadie me lo impide.
Me falta motivación, quizás.
¿Quién puede darme eso, si no soy yo?
Seguiremos informando.