sábado, agosto 13, 2005

A ti, mi gran amor

Tenemos grandes diferencias, y también grandes afinidades.
Sin embargo, he venido a rendirme a tus pies; implorándote amor;
exigiéndote atención, desbordándome de deseos, ansiando tus besos;
tratando de sentir tu calor en mi soledad.

Si aún me amas, no me dejes en esta agonía,
Si aún me necesitas, reservarme un pequeño lugar en tu corazón
Si aún me deseas, siénteme en cada espacio de tu piel;
Si ya no me amas, entonces...
¡Regrésame todo eso que me hiciste sentir!
Devuélveme la razón de ser.

¿Quién te dijo que mi mundo era tuyo?
¿Quién te dijo que podías acechar así a mi corazón?
Tienes desolada mi alma y ahora temo al avanzar.
¿A qué tener fe? ¿Cuál si mp eres tú?
Eres el refugio donde escondí mi fragilidad.
En tus pupilas destellantes, cada vez con un te amo,
me dejas en un letargo de pasión inmensurable.

¿Qué haré con tanto amor?
Con tu presencia basta para agradecerle a la vida la dicha tenerte;
para sentirte tan mía.
Me hace sentir egoísta la posibilidad de perderte algún día.
Déjame, una vez más, sentirte en mi pecho;
para que escuches tu nombre en cada latir de este corazón.