sábado, febrero 12, 2005

Mi perdida absoluta

No puedo creer cuantas estrellas perdí anoche,
cuando, entre cuatro paredes, no deje de pensar en ti.
Oscura y nublada era la noche, justo como estos días, en que nada vale si no estás;
en los que una nube blanca se torna negra con el pasar del tiempo...
Pero yo te amo, porque cada estrella la veo, la pienso y la siento;
y no puedo creer cuantas más he perdido.
Juré que no volvería a pensar. Las perdí en ti, en tus ojos, en tus manos.
Caminaste a mi alrededor y lo juré más fuerte.
He ahí el rechazo amargo de esas noches frías, y el desahogo pensando en tus manos, creyendo que te volvería a sentir a mi lado.
No quiero verte más. Ni abrazarte, porque tan solo hablarte me duele y me hace pensar que no puedo ver más allá, que ese un espacio unilateral en el que solíamos estar amaneciendo en sueños en lo más alto del universo...ya no está.
Dormíamos dentro de un volcán y te llevaba al cielo, en mis brazos...
Ya decídete y termina de darme una oportunidad, defiendes tu amor, lo sé, más que a los demás.
Pero es mi alma la que escribe: Enamorate de mi.