miércoles, noviembre 24, 2004

La cascada de la inocencia

Cuando vi caer el agua de tu cabello, no pense en
otra cosa, que una cascada sin rumbo.
Imaginarme tres destellos sobre el agua,
en la oscuridad, y que iluminen el caudal.
Cuando sentí un roce de esa agua
sobre mi pecho, no pensé en otra cosa
que no fuera el cielo a mis pies
y el agua de aquella cascada subía hacia mí
Como algo que no tiene sentido
Como algo imposible en esta vida llena
de naturalezas donde solo la comprenderemos
si somos parte de ella.
Solo cuando pude observar el camino
que me llevaba a tí, me canse
y bebí de esa cascada infinita
el agua de la vida, esa agua que pasa
y rompe mis sentidos para que sean
inmunes a extremos compartidos
eternos, como el agua de tu cabello
que moja, mi pecho y no deja de pensar
en la cascada de aquel atardecer.
y tu, siendo adolescente me diste a conocer
toda tu prematura inocencia, que no
pude creer, porque nunca pude ver...
Aquella cascada en el amanecer...